Lunes 28
de marzo del 2016, 13:05
Uno de cada
diez niños presenta alguna dificultad de aprendizaje
Según la NCLD (Centro Nacional para las
Discapacidades de aprendizaje por sus siglas en inglés) son tres las
dificultades más frecuentes: la dislexia, la disgrafía y la discalculia.
(Foto: Difusión)
Por Jeffrey Dávila Bueno
Existen muchas razones para el fracaso
escolar, pero entre las más comunes se encuentran las dificultades de
aprendizaje. Este grupo de trastornos se caracterizan por: lectura de palabras
imprecisa o lenta y con esfuerzo, dificultad para comprender el significado de
lo que lee (dislexia), problemas con la expresión escrita (disgrafía) y en
razonamiento matemático (discalculia). Asociado a las dificultades del
aprendizaje podemos mencionar el Trastorno por Déficit de Atención o
Hiperactividad (TDAH) o Trastorno del Desarrollo Motor, los cuales tiene alta
incidencia en los estudiantes.
Las dificultades de aprendizaje
comienzan a evidenciarse desde los 3 años de edad, pero no se les da
importancia hasta que fracasan en 1° y 2° grado de primaria, es decir, cuando
las demandas académicas para leer, escribir y calcular superan las capacidades
del estudiante. ‘’Se puede detectar desde la temprana infancia, conociendo
cuales son las habilidades fundamentales para aprender con éxito a leer,
escribir y calcular’’, afirma Jennifer Cannock, Directora del Colegio Antares y
Especialista en Dificultades de Aprendizaje del CPAL.
La especialista del CPAL señala 6
señales de alerta en Educación Inicial para empezar a sospechar de alguna
posible dificultad:
1) Lentitud para llamar las cosas por
su nombre con precisión y velocidad.
2) Dificultad para jugar con las palabras oralmente, no pudiendo reconocer las palabras que riman o los sonidos que la componen.
3) Confunde los rasgos visuales de figuras.
4) No sigue instrucciones y/o se distrae con facilidad, cambiando de una actividad a otra.
5) Torpeza motora fina
6) No puede efectuar clasificaciones y seriaciones con distintos criterios.
2) Dificultad para jugar con las palabras oralmente, no pudiendo reconocer las palabras que riman o los sonidos que la componen.
3) Confunde los rasgos visuales de figuras.
4) No sigue instrucciones y/o se distrae con facilidad, cambiando de una actividad a otra.
5) Torpeza motora fina
6) No puede efectuar clasificaciones y seriaciones con distintos criterios.
Y sobre todo cuando…
• No asocia la letra con el sonido
respectivo y viceversa.
• Al leer y/o escribir cambia, aumenta, quita, altera, confunde letras, sílabas o palabras.
• No lee, ni escribe números, tampoco asocia la cantidad a un número.
• Al leer y/o escribir cambia, aumenta, quita, altera, confunde letras, sílabas o palabras.
• No lee, ni escribe números, tampoco asocia la cantidad a un número.
Cabe mencionar que un alumno con una
dificultad específica de aprendizaje puede tener bastante éxito en el cálculo
matemático y la comprensión auditiva, pero puede leer mal. Otros estudiantes
pueden leer y hablar bien, pero tienen dificultades para expresar sus
pensamientos por escrito.
Y dentro de este panorama, ‘’el rol del
profesor es trascendental. Si estos problemas no se detectan en la Educación
Inicial y no se les da un tratamiento a tiempo, sus efectos pueden ir
aumentando y agravándose’’ asegura Jennifer. “Estos estudiantes requieren
especialistas y programas que les brinden diferentes formas para experimentar,
elaborar, organizar y asimilar la información dada de acuerdo a sus necesidades
educativas”.
En tal sentido, Jennifer Cannock,
especialista en Dificultades de Aprendizaje, tiene a su cargo la coordinación
académica del” Título de Segunda Especialidad Profesional en Dificultades
Específicas de Aprendizaje”:http://cpal.edu.pe/ organizado por la PUCP y el
CPAL en las ciudades de Piura y Trujillo.
(diario PUBLIMETRO 2016)
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